lunes, 15 de diciembre de 2008

Economía Mundial Crecerá apenas 1% en 2009

La economía mundial crecerá apenas un 1% en 2009, advirtió este lunes un informe de la ONU sobre las perspectivas económicas mundiales.
Pero, si la crisis mundial se prolonga y la confianza en el sector financiero no se restablece en los próximos meses, los países en desarrollo podrían entrar en una profunda recesión en 2009.
De ser así, se reduciría el producto interno bruto de las economías emergentes en 2.7%, alertó el estudio.
Pingfan Hong, es uno de los autores del estudio:
"Eso sugiere que el progreso hecho en los años anteriores en África y otros países de bajos ingresos hacia las Metas de Desarrollo del Milenio, para reducir la pobreza, se verá perjudicado por el desaceleramiento de la economía mundial", agregó el experto.
En ese sentido, los especialistas de la ONU recomendaron un paquete de estímulos masivo, que se sume a las medidas de recapitalización ya emprendidas por muchos países.
También sugirieron regular estrictamente las instituciones financieras, proveer suficiente liquidez y reforzar el sistema de reservas internacionales, para prevenir otra futura crisis.
El informe anual de la ONU, fue dado a conocer durante la Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo, que se celebra en la ciudad de Doha.

Informa

Jair Alexander Olave C
Estudiante de Derecho y Ciencias Politicas
Centro de Estudios Constitucionales

miércoles, 10 de diciembre de 2008

DECLARACION UNIVERSAL DE DERECHOS HUMANOS

La Declaración Universal de Derechos Humanos celebra 60 años. Este texto fundamental, redactado el 10 de diciembre de 1948, proclamó por primera vez estos derechos a escala mundial, estableciendo la primera frontera, aunque teórica, a la soberanía absoluta de los Estados. Francia desempeñó un papel importante en su realización.
Los Derechos Humanos no se ignoraban en el derecho internacional antes de la Segunda Guerra Mundial, pero el verdadero punto de partida fue la Carta del Atlántico proclamada por Franklin Delano Roosevelt y Winston Churchill el 12 de agosto de 1941. La conferencia interaliada que se celebró en Londres el 24 de septiembre de 1941 fue el pistoletazo de salida de la declaración de René Cassin, nuevo comisario nacional responsable de la Francia libre de la justicia y de la instrucción política, según la cual, “la aplicación práctica de las libertades fundamentales del hombre es indispensable para alcanzar una verdadera paz internacional”.
Como delegado del gobierno francés, experto de las comisiones y consejos competentes de la Organización de Naciones Unidas y como presidente de la comisión consultiva de Derechos Humanos ante el Ministerio de Asuntos Exteriores, René Cassin desempeñó un papel determinante en la redacción de la declaración de 1948.
En 1946, el Consejo Económico y Social de la ONU creó una comisión de Derechos Humanos. El gobierno francés puso al mando a René Cassin, elegido entre tanto vicepresidente del Consejo de Estado. La nueva comisión creó un comité de redacción para esbozar la declaración. Cassin presentó un anteproyecto el 16 de junio, que fue adoptado como base de trabajo. Su anteproyecto recuperaba el contenido de la Declaración de Derechos Humanos y del Ciudadano de 1789, pero añadía derechos políticos, el derecho a la nacionalidad, la protección de los extranjeros y derechos sociales, económicos y culturales.
Esta última cuestión abriría uno de los mayores debates y supondría una de la mayores dificultades en la compleja elaboración de la declaración de 1948. Sin embargo, esta extensión de la noción de los derechos humanos, más allá de la declaración de 1789, correspondía a la evolución de la concepción francesa en este ámbito, tal y como había sido formulada en el preámbulo de la Constitución de 1946.
La Comisión de Derechos Humanos elaboró un proyecto de declaración en julio de 1948. La Asamblea General de la ONU la adoptó el 28 de agosto de ese mismo año. Los debates fueron complejos. El representante francés, René Cassin, desempeñó un importante papel. Las mayores dificultades procedían de los países comunistas, en particular de la antigua URSS, que exigía ir mucho más lejos en la definición de derechos económicos y sociales, en concreto de las minorías nacionales. Además, este país se oponía a la creación de un tribunal internacional de Derechos Humanos o de cualquier órgano responsable de examinar las peticiones dirigidas a la ONU.